En un mundo que no deja de moverse, hemos olvidado lo que realmente nos sostiene: La naturaleza.


Por eso nace esta reserva natural; un espacio creado no solo para proteger la biodiversidad,  sino para recordarnos quienes somos.

En este lugar, las montañas nos enseñan paciencia, los ríos nos invitan a fluir y los árboles nos conectan con la sabiduría de la tierra.